5 oct 2024

"Quand on prie la bonne étoile" ("Cuando le pides un deseo a una estrella")

"Les rêves se réalisent toujours." ("Los sueños siempre se hacen realidad.")


Mi tercera visita a Francia y la segunda a París. ¿Quién me iba a decir a mí que iría de viaje ahí el mismo año en el que el cortometraje animado en el que Mickey Mouse debutó entró en el dominio público y en la misma ciudad en la que se celebraron los Juegos Olímpicos de Verano?


La mención de la mascota de Disney se debe a que me fui de viaje a Disneyland París con mi hermana mayor Teresa hace unos pocos días. Pensamos en ir a principios de octubre en vez de a finales de mes, aunque al final resultó que de poco sirvió, ya que parece ser que la temporada de Halloween atrae a la gente sin importar el día del mes que sea. Eso sí, tuve que llevarme conmigo un resfriado, lo cual temía que cogería días antes del viaje.


Tras un vuelo y un recorrido en autobús, llegamos a nuestro hotel, Newport Bay Club, antes del mediodía. Al igual que otros hoteles, estaba situado justo en el parque de atracciones; estas son las vistas tras la salida inferior.



Cada ida y vuelta supuso unos buenos paseos. De un hotel cualquiera al hotel principal, Disneyland Hotel.



Algo me decía que Halloween estaba al caer...



...y si la entrada a Disneyland Park no lo dejaba claro, la extensa decoración del parque lo haría en su lugar. Teresa suplantó a la hija de este matrimonio fantasmagórico y pintoresco.



Mientras que, por otro lado, yo me plasmé a mí mismo en un cuadro, intentando mostrar mi mejor sonrisa de "Chat du Cheshire" ("Gato de Cheshire"). Mi boca no está hecha para una gran sonrisa de oreja a oreja.



¿Reconocéis aquel castillo a lo lejos? Quizás sea mejor que nos acerquemos un poco más.



Sí, lo habéis adivinado. Es el logo de la empresa que originó estas tierras.



Sin embargo, Teresa y yo no pasamos por la entrada principal en el primer día. Nos atrevimos a adentrarnos en "la Tanière du Dragon" ("la Guarida del Dragón"), donde se encontraba su guardián rugiendo y echando humo con sus amenazantes ojos rojos en la oscuridad.



Me sentí como "Pinocchio" ("Pinocho") por haber ido de viaje a un parque de atracciones cuando se supone que tengo que estudiar. Y hablando del rey de Roma, la primera atracción en la que nos montamos fue "Les Voyages de Pinocchio" ("Los Viajes de Pinocho"), en Fantasyland.


Acto seguido, nos dirigimos al llamado Alice's Curious Labyrinth. Nos costó llegar al castillo de "la Reine de Coeur" ("la Reina de Corazones"); nos topamos con las Cartas, que, casualmente, estaban pintando las rosas de color rojo. Disculpadme por haber cerrado los ojos, ya que mis ojos estaban mirando directamente al Sol; esto me recuerda a mi primer viaje a Francia, cuando cerraba los ojos cada vez que me hacían una foto con flash (con una sola excepción, en la que, irónicamente, estaba montado en un tiovivo).



Al fin llegamos al castillo. Es una lástima que algunas zonas del parque estén en obras; las vistas desde lo más alto del castillo habrían sido mucho mejor que estas.



Primer contratiempo. Justo antes de que nos tocase montar en "le Petit Train du Cirque" ("el Pequeño Tren del Circo"), cuyo nombre es Casey Jr., el maquinista informó a la gente de que había dificultades técnicas. Tuvimos que marcharnos.



Llegó la hora del almuerzo. Decidimos que nuestro primer destino gastronómico sería el restaurante de Pinocho. Aprovechando que terminé de comer antes que Teresa, les hice una foto a mis villanos favoritos de la película, "Grand Coquin" ("el Honrado Juan") y "Gédéon" ("Gedeón"), con el protagonista.



Hora del desfile de Halloween. En primer lugar, "Donald Duck" ("el Pato Donald").



En segundo lugar, "Winnie l'Ourson" ("Winnie the Pooh") y sus amigos.



En tercer lugar, Minnie Mouse.



Y por último, pero no menos importante, el rey de estos dominios: Mickey Mouse.



Teresa y yo necesitábamos una siesta tras tantas emociones. El descanso duró más de lo esperado, así que nos dirigimos a la búsqueda de otro restaurante para cenar.


Globo aerostático. Si no sabíamos donde se situaba nuestro hotel, sólo teníamos que buscar el globo.



El cielo se oscureció deprisa. Aquí podéis ver el hotel en el que nos hospedamos.



El segundo día no sería tan bueno como el anterior. Además, Teresa pensó que tendríamos que haber ido a Walt Disney Studios el día anterior.


Y es que la siguiente atracción en la que nos montamos, Crush's Coaster, es la favorita de todo el mundo, y con razón. Justo después de ponernos a la cola, empezó a llover.


A partir de este punto, empecé a montar en algunas atracciones yo solo. The Halloween Tower Hotel es bastante aterrador; en mi caso, no por las escenas que se ven, sino por las sacudidas que se sufren en el ascensor. Hubo dificultades técnicas antes de mi turno, pero fueron breves. No me libré.



Avengers Assemble: Flight Force, ese fue mi siguiente destino. No sé si supera a Red Force de Ferrari Land de PortAventura en cuanto a velocidad, pero os puedo asegurar que no es una atracción lenta ni de lejos. Lightspeed Mountain de Discoveryland tampoco se queda corto de velocidad, en la cual me montaría después de montar con Teresa en Buzz Lightyear Laser Blast, lo más cercano a una máquina recreativa.


Y pasó otro desfile tras nuestra partida de Walt Disney Studios. Lo único que destacaré aquí es un dragón que escupía fuego de verdad.



En Frontierland, Teresa quiso entrar en Phantom Manor, con la mala suerte de que hubo dificultades técnicas las dos veces que pasamos por ahí.



Nos fuimos a Big Thunder Mountain en su lugar. Luego tocó almorzar en el restaurante de Coco.


En Adventureland, encontramos Pirate Galleon, el galeón de "Capitaine Crochet" ("Capitán Garfio").



Tras pasar por ahí, nos adentramos en el mundo de Pirates of the Caribbean. Acto seguido, pasamos por Adventure Isle, cuyos puentes estaban cerrados, probablemente por el mal tiempo, dado que al día siguiente se abrieron.



Y vuelta al hotel. Nos preparamos para el plato fuerte, un desfile de luces celestiales.



No quiero destacar todo lo que se mostró, ya que hay que verlo para creerlo. No obstante, en caso de que quiten esta parte, quiero enseñaros a Elliott, el dragón de "Pete" ("Pedro", o "Peter" en el remake de la película "Pete's Dragon"/"Pedro y el dragón Elliott"/"Peter y el dragón"), ya que hace tiempo que os dije que soy un dragón, y por lo tanto, me pareció necesario capturar a todos los dragones que avistaba.



Último día del viaje, y todavía nos quedaba mucho terreno por recorrer. Aprovechamos parte del tiempo que nos quedaba en nuestra estancia para volver a Casey Jr. y Phantom Manor. Entre las atracciones nos montamos, además de en "Blanche-Neige et les Sept Nains" ("Blancanieves y los Siete Enanitos"), en una de las barcas que recorren "Le Pays des Contes de Fées" ("El País de los Cuentos de Hadas"), ambas situadas en Fantasyland.



Quisimos montar en la atracción de la igualdad, "it's a small world", pero el paso estaba bloqueado. Sólo se abriría tras un recorrido por Disneyland Railroad, que nos llevó hasta la estación de Disneyland Park.



Ahora sí que podíamos descubrir cómo el mundo es un pañuelo. En la entrada se sitúa una estatua de una barca con varias banderas con el nombre de la atracción en diversos idiomas.



Vistas desde el logo de la empresa que originó estas tierras. Hubiera agradecido unas vistas más claras en vez de estas en las que parece que alguna fuerza del mal iba a tomar el control del país.



Un último almuerzo, un viaje dentro de Star Tours y una larga despedida a través de varias tiendas para ver qué comprar antes de la vuelta a casa. Dicen que el dinero no da la felicidad, así que recordad: si os esforzáis en cumplir vuestros sueños, se harán realidad.


¡Eso es todo!

21 feb 2024

Nuevas pistas

Se reformaron por última vez el año pasado para esta temporada. Pero se inauguraron ayer. Todo esto se sale de mi comprensión.

Imagino que el equipo de gobierno ha debido de tener la agenda más apretada de lo que debería, porque la inauguración empezó más de media hora después de la que se indicó en las invitaciones.

En fin, pasemos a lo importante. Ayer se inauguraron las pistas de tenis del polideportivo donde voy a jugar al tenis. Naturalmente, el evento tuvo lugar en una de ellas. He de mencionar que es precisamente una que se tuvo que cerrar por ser demasiado abultada; la han vuelto a abrir, aunque sin haber hecho el más mínimo esfuerzo de arreglarla.

Encontré a algunos de mis viejos compañeros de tenis. Tenía que inmortalizar este momento con ellos.


Me presenté en este evento gracias a mi profesor de tenis de prácticamente toda la vida, Iván González, que se convirtió en profesor de tenis certificado el año pasado y le dio nombre a la pista donde enseña a la gente a jugar al tenis (o como él la llama, "la mejor oficina del mundo").

Si no lo reconocéis, es el segundo invitado de honor, el que sonrió a la cámara por pura casualidad.


Llegó su turno de palabra.


Y aquí lo tenéis, recibiendo su placa de honor cortesía de la alcaldesa (la de verdad, no mi vieja compañera de tenis, como dije hace varias entradas; ésta bromeó con que le estaba haciendo competencia).


Eso no fue todo. También recibió una camiseta.


Su propia camiseta, por supuesto. Con su nombre en la parte de atrás.


Evidentemente, me tenía que hacer una foto con mi profesor. La camiseta que estaba sujetando no era la suya, sino la mía, recibida por parte del personal del evento; desafortunadamente, no lleva mi nombre grabado en ella, aunque tuve la suerte de que fuese la última de mi talla.


Y no hay más que contar. El evento fue más corto de lo esperado. Pero al menos algunos salimos ganando.

¡Eso es todo!

31 ene 2024

Agujeros y concepciones

No veo mejor manera de describir el estado actual de los pantanos. Y seguro que algunos de vosotros tampoco.

La inspección dio comienzo el primer domingo de este año. Mi padre, mi hermano pequeño Nacho y yo nos dirigimos al Pantano del Agujero. Esta pequeña excursión fue el resultado de un cambio de planes, ya que mi padre quería ir al Torcal pero no se había dado cuenta de lo lejos que está hasta el almuerzo tan copioso que tuvimos.

A lo que estáis a punto de ver no se le puede llamar "pantano". Habría que girar las palabras y llamarlo Agujero del Pantano, porque lo que hay al fondo a la izquierda es lo que le queda de agua; nótese la orilla a la derecha del gran espejo natural.


¿Recordáis cuando os conté cómo intentamos bajar al pantano de Istán en vano? Escribí sobre ello hace tres entradas. Resulta que hay otro camino antes del pueblo; aparcamos el coche justo al principio para un buen trote. Que conste que nos volvimos a equivocar de camino, aunque al menos el error fue leve esta vez.

Y aquí os muestro el panorama. Uno literal y metafórico.


Podéis acercaros al sitio en coche si no os apetece andar. Incluso podéis ir más allá del embarcadero.

Los carteles decían que esto es el Lago de la Concepción, pero este viejo quad enterrado indicaba lo contrario.


Una torre de alta tensión enterrada. Cualquiera sabe cómo terminó así.


No, lo que veis detrás de mí, de mi padre y de Nacho no es un espejismo. Es lo que queda de agua en este aparente desierto de tierra.


Se supone que nadie debería poner un pie ahí. Y mucho menos en la tierra más humedecida.


He aquí una pequeña lección de Biología: el cuerpo del ser humano contiene entre un 45% y un 73% de agua corporal.

Los días despejados están bien, pero debéis recordar otra lección: el agua es indispensable para la vida. Recordad el uso principal que le damos, demostrado en el sendero de la Ermita de San Miguel.


Tiene que diluviar, y mucho. Durante mucho, mucho tiempo. Mientras tanto, por favor, intentad hacer un uso responsable del agua y aseguraos de solucionar cualquier fuga o gotera que surja en la fontanería lo antes posible.

¡Eso es todo!

15 dic 2023

Exposiciones

De vez en cuando, no está de más echar un vistazo a lo que no es común en nuestras vidas. Para eso están las exposiciones.

Mi padre ha sido un inquieto toda su vida, tanto como deportista tanto como empresario, dejando huellas por prácticamente todas partes a base de pruebas físicas y estructuras arquitectónicas. Años después de haber abandonado su estudio de Ingeniería y Decoración, se convirtió en cofundador de Ingeniería e Innovación, división de Tecnoclima, la empresa donde trabaja ahora y de la que es uno de los accionistas. Así tuvimos una justificación para asistir a la feria Marbella Art & Design, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos el mes pasado.

Mi hermano pequeño Nacho no podía faltar a la visita. Así podía ver el Ferrari expuesto en el puesto dedicado a Tecnoclima con la colaboración de Soultek.


La verdad es que el Palacio de Congresos estaba casi irreconocible por dentro, a menos que se mirase al techo. La persona que estaba al mando del puesto de Tecnoclima es una de las compañeras de mi padre; aquí la tenéis con él.


Ayer, mis compañeros del instituto y yo nos fuimos de excursión al museo. Concretamente, el Museo Ruso de Málaga. Dado que estudiamos Informática, la visita se centró en la tecnología.

Foto de grupo obligatoria en la sala de autorretratos.


Así termina esta exposición sobre exposiciones. Espero que os haya gustado.

¡Eso es todo!

16 oct 2023

Viejo amigo, viejo lugar

Su nombre es Jose. Aún recuerdo haber estado en su vieja casa de la playa. No estaba exactamente en la playa, pero sí estaba cerca de allí.


Pasaron los años. Se distanció. Pero la amistad no se perdió. Mi padre quiso pasar tiempo con él ayer; yo aproveché esta oportunidad para volver a verlo.


Este lugar también me trae recuerdos. La zona de prácticas de San Pedro Golf Club se utilizó para varias carreras a las que asistí con mis compañeros de la escuela.



Tras un almuerzo prolongado, mi padre, mi hermano pequeño Nacho y yo nos dispusimos a practicar golpes de golf. Dudo que Nacho haya cogido un palo de golf hasta ahora; yo ya había tenido mis experiencias en el minigolf del campamento de verano, mientras que mi padre ya había experimentado el golf de verdad.


Turno de Nacho. Por razones obvias, no había ningún palo adaptado a su tamaño. Mi padre lo ayudaría tras varios intentos de golpear la bola.



Mi turno. Os aviso, amantes de los videojuegos: jugar al golf no es tan sencillo como pulsar unos botones y/o mover el mando; el golf de verdad requiere mucha más técnica.



Turno de mi padre. En cuanto a vosotros, amantes del minigolf, no os molestéis en coger un palo al azar; hay que saber escoger. Imagino que ya sabréis todo esto a estas alturas, pero os lo cuento para que os hagáis una idea de cómo fue nuestra práctica.



Tras una entretenida sesión de golf, nos pusimos a hacer senderismo con Jose por el bosque situado en las afueras del club. He aquí un río.



Más allá del puente de tubería que podéis ver a lo lejos, hay un club de esquí acuático. También dispone de canoas.



Cambio de perspectiva para una mejor vista de dicho club. Las canoas son tanto individuales como grupales.



Y para terminar la expedición, Jose nos habló de un tren abandonado, el cual conseguimos encontrar, como podréis ver a continuación. Además de abandonado, está destartalado... y sobradamente decorado. No os preocupéis, yo también me monté en el tren.



Y habiendo descarrilado, no tuvimos otra elección que coger el coche para volver a casa; Jose se dirigió a la suya a pie. Si no fuera porque no estábamos preparados para la ocasión, también habríamos hecho esquí acuático. Aun así, fue un placer para mí volver a ver a nuestro médico de cabecera.


¡Eso es todo!