Marbecon 2018

Tercera edición. Como ya sabemos, "a la tercera va la vencida", pero yo espero que eso no pase en todos los casos de este evento.

No se puede decir que no hubo nada del otro mundo, pero tampoco se puede decir que todo fue exactamente igual. Siempre ocurren situaciones variadas; si no, la monotonía no me permitiría relataros nada. Y en cuanto a las compras, esta vez adquirí otra chapa de Sonic the Hedgehog y poco más.

He de admitir que no me gusta Men in Black, pero si resulta que los protagonistas son hermanos, entonces puedo tener cierto interés en ellos.

Mi buen amigo Álvaro iba a lo suyo, como siempre. Claro está, me acompañaba, y seguimos a varios amigos. Decidió disfrazarse del protagonista de una de sus series de anime favoritas: Kaneki, de Tokyo Ghoul.

Ya os he dicho que siempre ocurren situaciones variadas. ¿Un dinosaurio con una corona del Burger King? ¿En qué estaban pensando?

Lo que hay que hacer para conseguir un "autógrafo"... Ya no pido más...

Una vez más, la maestría de Lucía nos deslumbró a Álvaro y a mí con nuestras peticiones representadas en dibujos. Álvaro pidió muchos más que yo, aunque mis exigencias para el único dibujo que yo quería parecían más bien otros pedidos.

Pero es lo que hay cuando uno quiere verse junto a uno de sus grandes ídolos, junto a una gran estrella. Thomas "Tommy" Catson (es decir, yo, mi personaje) ha vuelto con un nuevo amigo, alguien que sigue presente para los que le admiran o que ya está ausente para los que no. Hablo de alguien que es de la misma familia que Tommy, porque también es un felino. Hablo de Bubsy, un lince que recuerda a los clásicos de los dibujos animados. No obstante, en su caso no sólo se pueden ver sus dibujos animados, sino también jugarlos. Y he de decir que casi no tiene cola, pero Tommy sí; lo que pasa es que está oculta. En fin...

"What could possibly go wrong?" ("¿Qué podría salir mal?")

Os mostraría más, pero no puede ser; me he vuelto a quedar sin fotos. Sin embargo, esta compilación debe de haber sido suficiente para vosotros, para haceros una idea de cómo ha sido esta edición en mi caso, a la que yo podría describir como "monótona de nuevo, aunque variada de todos modos". Hasta la próxima Marbecon, espero.

¡Eso es todo!

Gamepolis 2018

Los que conocen este evento y/o han leído la anterior entrada sobre tal sabrán de lo que estoy hablando.

"In Gaming We Trust" parece ser su lema, pero para mí podría ser "La Metrópolis de los Videojuegos". Este pasado fin de semana regresó al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga con una sexta edición.

Junto a mi buen amigo Álvaro, sin ningún atisbo de duda, fui el sábado, como el año pasado, pero esta vez no nos acompañó Sergio. En su lugar, otro amigo de Álvaro decidió ir allí por primera vez, y ese fue otro Juanjo.

La gente hace muchas fotografías, pero nosotros no hicimos tantas. Sabéis que con una me basta para ilustraros cada entrada que escribo. Y una vez más, como toda convención de este tipo permite, hubo gente disfrazada de personajes de diversas franquicias y sagas (aunque no hubo nadie que se disfrazó de ninguno de los personajes a los que más admiro, otra vez). Así, Álvaro se unió a un grupo de personajes de Kingdom Hearts.

Debido a mi gusto por los videojuegos antiguos y a que éstos no son tan fáciles de encontrar actualmente, estaba esperando muy nervioso a que llegara este momento al fin, como el año pasado. Para mí, ir allí lo fue y volvió a ser para ir de compras en busca de videojuegos antiguos. Pero según dicen, esta vez no trajeron tantos debido a que la gente ahora prefiere comprar sus versiones digitales y no las físicas, aunque no me puedo quejar mucho; he de admitir que, de nuevo, he tenido bastante éxito, y me alegro por ello aunque podría haber conseguido más si no fuera porque no soy rico.

Y esto es lo que os puedo contar sobre mi experiencia de este año en este evento, aparte de los encuentros que tuve entre amigos. Hasta la próxima Gamepolis, espero.

¡Eso es todo!

Entrenamiento totalmente escolar

Así es. El día de ayer fue un no parar.

Ya tocaba hacer una excursión más extensa, fuera de Marbella, así que parte del instituto nos fuimos a Córdoba, tierra de parte de mi familia, para montar en bici. El propósito de ir allí era hacer una ruta turística por la Vía Verde de la Subbética, y disfrutar un poco del ciclismo.

Como cualquier otro trayecto largo exige, nos montamos en autobús. Durante el viaje, pasando por el Aeropuerto de Málaga, encontré a este avión pasando cerca de nosotros, a punto de aterrizar.

Más tarde, llegamos al Centro Cicloturista. Para empezar con energía, teníamos que desayunar primero. Luego, preparamos las bicicletas para empezar a pedalear.

Y llegó la hora de la verdad. Pero todavía quedaba inmortalizar el inicio de la ruta. Yo fui uno de los que más se prepararon; llevaba puestos mi maillot y mi casco, pero fue la bici lo que falló, ya que no era sino una de las que había en dicho lugar.

Primera parada: Antigua Estación Ferroviaria de Zuheros.

Segunda parada: Estación de Luque. Lo que destaco aquí son las fuentes.

Tercera y última parada: Laguna del Conde o Salobral. Hay un mirador donde se puede disfrutar de una vista panorámica del entorno, pero yo fotografié mi propia vista panorámica. Si una foto panorámica no captura el entorno entero, no es una foto.

De vuelta al Centro Cicloturista, pero no sin antes parar una vez más en la Estación de Luque para almorzar.

Tras mi respectiva alimentación, aproveché el tiempo de pausa que me sobró para fotografiar a estos perros juguetones.

La vuelta duró más que la ida, ya que la ruta era cuesta arriba. Una vez volvimos al Centro Cicloturista y nos montamos de nuevo en el autobús, al volver a casa, aún estaba a tiempo de ir a jugar al tenis, así que decidí terminar este día deportivo de esta manera.

Estuvo bien la excursión. No obstante, como no me puse crema solar para los intensos rayos de sol, terminé con los brazos quemados. Probablemente permanezca así durante varios días.

¡Eso es todo!

Equipos

El trabajo en equipo es importante. El equinoccio de primavera pasó, y se decidió realizar la Carrera Solidaria anual por Save the Children al día siguiente. El destinatario de este año ha sido Sudán del Sur.

Esta vez nos tocó trabajar en equipo para coordinar la carrera. Nos dividimos en varios grupos para realizar las labores más importantes.

Debido a mi afición por la tecnología y mi gusto por la interlocución, conseguí el puesto de interlocutor, que correspondía al equipo de animación. Quise ir dispuesto a demostrarle a la gente el espíritu del instituto y de la velocidad; como el año pasado, llevé puesta mi camiseta de Sonic the Hedgehog, pero esta vez llevé por debajo la camiseta del instituto.

Pensé que estaría solo, cuando resultó que tenía compañía, una compañera que también se hizo voluntaria para ser interlocutora; esa fue Alba, a la que podéis ver portando el micrófono. Mientras tanto, el DJ, por así decirlo, fue Jonathan, compañero de clase (el que está con el ordenador portátil).

No hay mucho que contar sobre este evento, pero no creáis que me quedé parado en el mismo sitio. Los coordinadores de la carrera no podían ser patrocinados ni donar dinero, pero yo decidí aportarle algo de actividad física a mi salud. Sólo espero que todo haya ido bien.

¡Eso es todo!