22 ene 2019

El Alambre


No hay nada mejor que un poco de cultura que surge del pasado. Y qué mejor que ir al lugar donde vivía mi difunta tía abuela, o de donde procede mi profesora particular, para visitar el sitio que lo destaca, con motivo de excursión escolar, la cual se hizo precisamente ayer.

No recuerdo ninguna otra excursión en la que yo haya tenido que presentarme en el instituto cuando aún no tenía que empezar la jornada escolar; esta ha debido de ser la primera vez que ha ocurrido esta situación. Así pues, mis compañeros y yo teníamos que estar dispuestos para el viaje en autobús media hora antes de que empezase dicha jornada. Y una vez nos montamos en el autobús, partimos a Granada más o menos cuando el Sol decidió despertarse, como podéis ver a continuación.


Ya en la Alhambra, el turismo dio comienzo con la Puerta de la Justicia como primera parada.


Entrando por aquí encontramos el Retablo de la Puerta de la Justicia, el cual sólo se abre una vez al año. Según el guía, Isabel la Católica rezó aquí la primera vez que estuvo en la Alhambra.


Durante el descanso para desayunar, estuve contemplando unas vistas impresionantes. Aquí tenéis, de izquierda a derecha, la Torre de la Gallina, la Torre de Comares y el Mexuar.


No olvidéis echarle un vistazo a la muralla que hay detrás de la Torre de la Gallina. Como esto no es China, no estoy hablando de la Gran Muralla China, sobre todo porque esta de aquí no la supera ni de lejos.


Tras un descanso para desayunar, la visita dejó de ser gratuita a partir de la Puerta del Vino, así que tendréis que ir a la Alhambra si queréis ver todo lo que se halla desde este punto. Ahora sólo destacaré personas, empezando por esta foto de grupo, que no podía faltar, como siempre.


No os asustéis. Este hombre sólo estaba analizando las estructuras. No hay nada que temer, no como antes, cuando había varias batallas y gente que reinaba en los palacios.


Washington Irving estuvo aquí.


Y para terminar la visita, contemplad esta catarata.


Para dar por concluida esta excursión, aprovechamos el tiempo que nos sobró para comer e ir de compras al centro comercial de Nevada. No obstante, lo único que adquirí yo fueron estas vistas de la Sierra Nevada.


Y lo único que faltaba fue tomar rumbo a casa. No vayáis a la Alhambra por amor al arte; hacedlo también para enriqueceros de cultura, porque Granada solía ocupar toda España como un reino hace siglos.

¡Eso es todo!