No hay nada mejor que una excusa para pasar un rato con el amigo que más se añora. Por desgracia para los astronautas, dicha excusa no se trata del 50º aniversario del Apolo 11, sino de la 7ª edición de la Gamepolis, siendo ambas ocasiones celebradas este fin de semana pasado, concretamente el sábado, que es el mejor día para asistir a este evento.
Regresamos mi buen amigo Álvaro y yo al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga otra vez, acompañados, una vez más, de su amigo Juanjo, y una nueva incorporación: otro amigo suyo llamado Met.
Destaquemos mi nueva camiseta de Sonic the Hedgehog (ya adquirida mucho antes de este día), porque, cómo no, yo tenía que ir conjuntado con parte del evento. Después, pasaremos por la nueva llave espada de Álvaro; su entusiasmo por Kingdom Hearts le obligó a adquirirla. Y mejor no hablemos de la gente que iba disfrazada de cualquiera de mis personajes favoritos. En otras palabras, no hubo ninguna persona así. Pero no quiero perder la esperanza por ello, así que... Otra vez será.
En cuanto a la foto de grupo, fue una locura. Si tengo que escribir sobre este tipo de eventos para vosotros, necesito pruebas fotográficas. Sin embargo, cuesta organizar a la gente joven cuando hay alguien que quiere tomarse las cosas en serio, como yo. Por suerte, pude convencer a los que podéis ver en dicha foto, para reunirnos para dicho fin, pero, por desgracia, faltó una chica llamada Lucía (no os confundáis con la artista del mismo nombre que dibuja en la Marbecon). Así quedó la cosa: no estuvimos todos presentes para la foto de grupo.
Esta vez hubo planes: un concierto de rap, que mantendría a mis compañeros entretenidos hasta la hora de dar por concluido el día en el palacio sin monarquía de Málaga. No obstante, debido a mis gustos musicales, decidí regresar mucho antes a casa. Aproveché mientras el transporte se dirigía hasta allí, para hacerme una foto improvisada con Álvaro en una ingeniosa portada grande del periódico Sur (y digo "improvisada" porque no le pedimos a nadie que la hiciera por nosotros, y además, había gente detrás de la portada, lo cual habría arruinado la inmortalización del momento, así que nos la hicimos delante de ella, para darle una especie de efecto tridimensional). Así di por concluida mis experiencias de este año en la Metrópolis de los Videojuegos.
Aun así, me entretuve más que en ediciones anteriores, pero este tipo de experiencias sigue siendo mejorable. Hasta la próxima Gamepolis, espero.
¡Eso es todo!