Oh là là! Sí, esta es la segunda vez que voy a Francia; la primera no la redacto porque ocurrió hace años y hay mucho que recordar. En ocasiones tenemos que satisfacer las necesidades de los demás. Pero no todo puede salir bien siempre.
Mi madre llevaba anhelando viajar conmigo desde el año pasado. Sin embargo, nada más empezar la semana, un pequeño problema de salud conllevó grandes consecuencias: aun habiendo aceptado el regalo sorpresa de Reyes Magos que mi hermana mayor Teresa y yo le hicimos a base de perfecta discreción y finanzas, mi madre ya no se sentía capaz de viajar este recién pasado fin de semana a París. Teniendo en cuenta los gastos que esto supuso, yo no estaba dispuesto a echarme atrás, así que mi padre, quien es un viajero con experiencia (el hecho de tener primas francesas también suma), decidió ser mi nuevo compañero de viaje a cambio de gastos realizados por él mismo para escribir su nombre en el viaje.
A continuación, os iré relatando todos y cada uno de los días del viaje, como si esto se tratase de una auténtica bitácora...
Día 1. Viernes, 24 de enero de 2020. A las 3:00, mi padre y yo tuvimos que despertarnos para prepararnos para el viaje. El taxi nos esperó desde las 3:10 para llevarnos al Aeropuerto de Málaga. A las 5:00 tocaba embarque en el avión para despegar a las 5:50. Me alegró mucho poder montar en avión por vez cuarta en mi vida, y la primera para ir a Francia (la última vez, viajé en coche); me encantan los aviones.
Tras aterrizar en el Aeropuerto de París, ya eran las 8:30, y la diferencia de temperatura empezó a notarse con tan sólo salir del avión; hacía mucho frío allí. Había que coger otro taxi para ir al Hotel Opéra Deauville.
Llegamos al hotel. A partir de entonces, nos dimos cuenta de que pasaríamos por varios cambios de temperatura. Tras instalarnos en nuestra habitación, salimos para desayunar. Ahí es cuando iniciaríamos de verdad nuestro primer día de turismo por la ciudad de la luz.
Nada más empezar a caminar, nos encontramos con "une tour des horloges" ("una torre de relojes").
Y ahora, unos edificios a destacar...
Grands Magasins du Printemps ("Grandes Tiendas de Primavera")
Opéra ("Ópera"; la de verdad, no la discoteca tal como la llaman los jóvenes de hoy en día...)
Academie Nationale de Musique ("Academia Nacional de Música")
Conseil d'État ("Consejo del Estado")
Y tras la entrada del denominado Carrousel du Louvre ("Carrusel del Louvre")...
...se sitúa lo que todo el mundo ya debería conocer: le Musée du Louvre ("el Museo del Louvre"). Mi padre y yo no entraríamos dentro hasta el domingo.
Gustave también nos estaba esperando desde lejos. También tuvo que ser paciente hasta el domingo.
Cabe destacar los cuervos. Los hay por todas partes, protegiendo tanto puertas...
...como a Louis XIV ("Luis XIV").
También hay perros jugando por los jardines. Podemos ver a uno por un lado...
...y a otro por el otro lado.
Aquí terminó el paseo. Tras la hora de comer y un pequeño paseo, mi padre y yo decidimos dar por concluido este día y dirigirnos al hotel para descansar. Con la cena de por medio, tocaba ver la televisión francesa en la cama. Aún echo de menos la televisión francesa...
Día 2. Sábado, 25 de enero de 2020. Con un despertar, una preparación y un desayuno rápidos, mi padre y yo nos reunimos con un guía y otras personas en el denominado Fort du Saint-Michel ("Fortaleza de Saint Michel") a las 11:00 (en realidad, dio comienzo media hora antes) para una excursión por algunos de los lugares y elementos más importantes de París, como Notre-Dame.
He aquí una exposición de nuestras paradas durante la excursión...
"Première arrêt" ("Primera parada"): Palais de Justice ("Palacio de Justicia")
"Deuxième arrêt" ("Segunda parada"): Boulevard du Palais ("Bulevar del Palacio")
"Troisième arrêt" ("Tercera parada"): Pont Neuf ("Puente Nuevo"). Vista del denominado Pont des Arts ("Puente de las Artes")
"Quatrième arrêt" ("Cuarta parada"): Hôtel de la Place du Louvre ("Hotel de la Plaza del Louvre")
"Cinquième arrêt" ("Quinta parada"): Musée du Louvre (la traducción de su nombre al español la podéis leer si os fijáis bien en la foto)
"Sixième arrêt" ("Sexta parada"): Place Vendôme ("Plaza Vendôme")
Ahí mismo fue donde se pudo dar por concluida la excursión. Algunas personas siguieron avanzando, pero mi padre y yo preferimos ir a comer por nuestra cuenta; ya habían pasado dos horas. Tras la correspondiente alimentación de mediodía, volvimos al hotel. Llegó la hora de descansar, con la cena de por medio y la televisión francesa, por segunda y última vez.
Día 3. Domingo, 26 de enero de 2020. Mi padre pasó una mala noche debido a los intensos cambios de temperatura constantes. No obstante, aún no se dio por vencido; tras el desayuno, fuimos a nuestro siguiente destino preestablecido a las 10:30: le Musée du Louvre.
No estuvimos mucho tiempo allí dentro debido al malestar de mi padre. Sólo el suficiente para llegar hasta La Joconde ("La Gioconda"), el centro de atención del lugar. No saqué ninguna foto porque está prohibido, o eso fue más bien lo que Teresa pensó, así que tendréis que ir allí vosotros mismos para verlo todo. Para no perderos por el laberinto artístico, hay guías disponibles en Nintendo 3DS (esto sí que es curioso).
Para reducir el tiempo de turismo, decidimos coger el metro para ir a la Tour Eiffel ("la Torre Eiffel"). Paramos cerca del denominado Arc de Triomphe ("Arco del Triunfo").
Y al fin llegamos al centro de atención de la ciudad: una antena de radio. Según mi padre, la hicieron más pesada de lo que debería ser.
Ya eran las 13:00, pero mi padre no podía aguantar más su malestar; necesitaba ir al hotel de inmediato, sobre todo porque teníamos que ir a comer y esperar al taxi de las 16:00, así que volvimos a coger el metro. Me encanta el metro, pero he de admitir que hay que tener mucho cuidado con los carteristas; los hay por toda la ciudad.
Una vez llegó el taxi, mi padre y yo comenzamos a despedirnos lentamente de París hasta llegar al aeropuerto. Tras la llegada, tuvimos que esperar unas dos horas, hasta las 20:00, para el embarque en el avión, con el consiguiente despegue de las 20:45. A las 23:15, ya en el Aeropuerto de Málaga, cogimos un taxi más y volvimos a casa.
Como "souvenirs" ("recuerdos"), yo me traje fotos, mientras que mi padre se trajo muchas más fotos, un libro y una gripe muy grave. A los frioleros no os recomiendo ir a este sitio en invierno, ni tampoco a los asmáticos; será encantador en esta época del año, pero para mi padre y para mí, es mucho mejor ir en verano. Espero que hayáis aprendido una gran lección.
¡Eso es todo!